sábado, 27 de enero de 2007

Todo quedó en un deseo como tantas otras veces

16 de febrero,97

Y allá en el éxtasis de la noche, en su punto más bello, en su esplendor me encontraba sola. Miles de personas a mi alrededor, pero sola.

Mi mirada se perdía en el infinito del mar, él también estaba solo.

Sentí ganas de huir corriendo hacía él, quizá en su movimiento me abrazaba y me protegía. Quizá me llevara una ola hasta lo mas profundo de su ser.
Quizá yo ya no estaría sola; pero el caso es que no corrí ni huí; todo quedó en un deseo como tantas otras veces.

Todos reían quizá por tomar tanto alcohol, en realidad creo que todos tenemos una espina que no nos deja sonreír tranquilos.

Decidí sentarme, doblar las rodillas y esconder la cabeza. No pensaba nada en concreto, yo no pensaba, sólo sentía mi respiración y mi aturdimiento. Que la noche era bella y no la aprovechaba, que quizá el cielo estuviera estrellado y yo no era capaz de mirar hacia arriba.

Alguien tocó mi espalda y se sentó a mi lado. No, yo no estoy para nadie, no quiero que nadie se siente a mi lado. Déjenme, déjenme.
Me ví en la obligación de mirar a ver quien era.
- Hola, ¿qué te pasa?
- Nada
Creo que comenzó el principio del fin. Que me diría esta vez; me reprocharía algo, me plantaría la mosca, me diría que me quiere, que le gusto…. Quien sabe. Prefiero no saberlo y me acuesto dándole la espalda.
No se cuando tiempo pasó, sólo sé que me quedé dormida.
¿Y él?...se iría a enrollarse con alguna

Otro capítulo más de indecisión, nadar maradentro y no querer salir.
Si es que ya no sé distinguir entre flores y raíces, no se distinguir lo complicado de lo simple y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar
Todo arde si le aplicas la chispa adecuada.

Esto explotará de un momento a otro, creo que no se salvará nadie.

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