viernes, 26 de enero de 2007

Aquel novio capricornio

Estos días, mientras pensaba y escribía sobre los capricornios, me he acordado mucho de un novio capricornio que tuve. Además he comentado con amigas muchas de las cosas acontecidas en aquella época y, ahora, sólo puedo mirar atrás y hartarme a reir.
Empecé con él a los 17, que tiempos aquellos. Para mí era una suerte tener un novio tan sumamente caballeroso, tan sumamente educado, tan sumamente estudioso, tan sumamente romántico, tan sumamente todo lo que a una chica de entonces le gustaba en un chico (no se si ahora la cosa ha cambiado entre las adolescentes, creo que sí y ya contaré porqué en otro post).
Recuerdo aquellas larguísimas cartas, llenas de poesías, cartas que nunca se mandaban por correo porque me las daba en mano para que las leyera delante de él a ver qué me parecían (super romántico verdad?, el sueño de toda adolescente, o no?). Siempre me escribía en cartas lo que no era capaz de decirme de frente, directamente, yo creo que era la timidez de la edad.
En un momento de la relación nos tuvimos que separar pues cada uno se fue a una ciudad diferente a estudiar. La cosa así era muy complicada pues cada uno crecía y evolucionaba como podía o como le dejaban y fuimos cambiando, escogimos diferentes caminos, queríamos diferentes cosas y tras 3 años de relación; todo acabó de la noche a la mañana aunque después de discusiones que nunca acababan y de diferencias irreconciliables.
Pero a pesar de todo eso, el dejarlo fue duro para mí, bastante duro. Ahora desde la distancia me alegro, me alegro mucho, pero en ese momento crees que la vida perfecta es lo que tienes y no quieres perder. Durante esos 3 años hubo broncas de película en plan: "toma tu maldita alianza que yo no la quiero", o: "para el coche que no tengo ganas de escucharte".
El hecho es que lo dejamos, yo sabía que me quería pero él no quería intentarlo (era una especie de venganza: te dejo para que veas lo que es estar sin mí, bastante patético pero así me lo confesó años después).
Yo lo llamaba y mucho, siempre estaba pendiente del móvil, deseando aunque sólo fuera un mensaje, buscando excusas que explicaran una nueva llamada mía que por supuesto sólo contribuía a hacerme más daño. Tras 6 meses sin salir, él empezó otra relación y ahí me di cuenta que aunque tenía clarísimo que él me quería, ya estaba todo perdido.
Empecé a preocuparme por mí, sus rarezas y su manera de actuar me descolocaban y me destrozaban. Dejé de llamarle, más que nada por salud. La dignidad no se a donde se fue en esos meses, se esfumó.
Un día, casi al año de dejarlo, me llama y me pregunta: ¿dónde estás?
- Pues dónde voy a estar, en Madrid
- Si, ya, pero, ¿en que zona?
Ya empecé a ponerme nerviosa.
- Cerca de la Puerta del Sol estoy.
- ¡Ah!, es que he venido el fin de semana, estoy en casa de un amigo, Pablo, ¿te acuerdas? Podríamos vernos, ¿no?
- Si claro, después te llamo para quedar.
Mi cara, el espectro de un muerto, mis amigas, a mi lado preguntándome quién era y qué me habían dicho.
Pues esa noche quedamos en mi piso para hacer botellón, mis amigas, él, su amigo...se podía cortar el aire, él no me miraba a la cara pero a las 4 copas ya me miraba y me tiraba los tejos a lo bestia. Toda la noche que si qué guapa estás, que si baile por aquí, bailé por allá, que si te agarro que si te cojo.
Y yo, feliz, alucinada, dejándome llevar sin saber lo que se me avecinaba.
Al día siguiente se iba pero antes quedamos para tomar café, entre otras cosas yo quería saber si algo entre nosotros había cambiado, al fin y al cabo había sido un fin de semana intenso, habíamos vuelto a estar juntos después de tanto tiempo.
Durante el café me empieza a contar una historia rocambolesca y sucia. Él seguía con su novia, pero claro, el pobrecito llevaba unos meses aburrido con ella, pensando en mí, nombrándome (siempre según su versión) allá a donde iba. Sus amigos le había advertido: "tío no puedes hablar así de tu ex estando con otra tía".
Así que él pensó que debía aclararse y la mejor manera era engañando a su novia, diciéndole que se iba a ver a un amigo a no sé muy bien donde y aparecer en Madrid para verme a mí. Así se aseguraría de qué sentía realmente y se quitaba su tremenda confunsión de encima. Según él, durante el fin de semana había sentido muchas cosas y claro, es que con su novia se aburría muchísimo pero no sabía que hacer, lo tendría que pensar.
La verdad es que si me cuentan esto con 4 cubatas encima a lo mejor me rio en su cara y le llamo "polla boba" pero claro contado en frío y con un triste café no sabía si salir corriendo, llorar o insultarle.
Así sin más se fue, él y sus circunstancias; y así me dejó en estado de shock.
Ahora sólo pensaba que, tras estar hundida en la misería durante meses y haber resurgido de mis propias cenizas, había vuelto a caer en un pozo mucho más estrecho y oscuro.
A pesar de eso, mi madre me crió para ser tozuda, testaruda y ciega, y le escribí una carta, de esas románticonas y llenas de buenos deseos que él tanto me enseñó a escribir.
Jamás tuve respuesta y eso sí que fue el final. Mi dignidad volvió a mi lado entonces y dije que se acababa esta historia llena de rarezas.
Comencé a hacer mi vida de nuevo, ya estábamos en marzo. Durante la semana santa, conocí, por circunstancias, a mucha gente, personas que sin saberlo me dieron vidilla, me ayudaron a darme cuenta de que había más mundo aparte de ese "caballeroso" capricornio. Además durante esas vacaciones me reencontré con un viejo amor, de esos que pasan los años y te sigues acordando de manera especial. Pero de él hablaré en otro momento.
A la vuelta de vacaciones, otra vez en Madrid, yo era otra persona, ya estaba cansada de llorar, de buscar explicaciones donde no las había y de intentar entender lo inexplicable. Ya me encontraba más tranquila, más serena, salía más y conocía a más gente interesante y me mensajeaba desde la distancia, con ese viejo amor. En mayo, mi "queridísimo capricornio" dio señales de vida, imagino que extrañado de tantos meses de silencio. Al fin y al cabo, él no estaba acostumbrado a eso. Conociéndole, me llamó para saber de mi vida y para intentar intuír qué había cambiado tanto para que yo no siguiera llorando por las esquinas.
La conversación breve, más que nada porque a mí, hablar con él después de tantas idas y venidas, me daba ganas de vomitar. Me contó que después de su viaje de incógnito siguió con su novia (pero no decía que se aburría con ella y que pensaba en mí?) pero que ella, no sé muy cómo se enteró de su escapadita a Madrid y lo había dejado compuesto y sin novia; y al paso al que íbamos yo ya no iba a ser ni siquiera una ex, ni amiga, ni conocida porque no lo podía ni ver.
Yo por teléfono muy simpática pero con prisas, más que nada por las nauseas.
Sé que él se quedó preocupado, muy preocupado, ya no me tenía en su lista de accesibles y lo conozco bastante para saber que me seguía recordando y sin embargo me estaba perdiendo.
Pasaron los meses y en julio volví a Canarias, empecé a quedar con aquel viejo amor con el que me había gastado una fortuna en mensajes desde semana santa. A las 2 semanas de estar en mi casa me llamo mi capricornio muy simpático, preguntándome qué tal me iba. Yo no sabía cómo sacar el tema de una forma no muy descarada de que estaba saliendo con aquel chico de antaño del que yo, cuando aún éramos amigos, tanto le había hablado, allá por los 16 años. Los días fueron pasando y yo no había encontrado el momento para decirle mi nueva situación. Él me seguía llamando y con sutileza me decía que tenía ganas de verme. Me contó que tras cortar con aquella novia aburridísima, volvió con ella pero lo habían dejado justo antes del verano. De verdad que lo de este chaval no tiene precio. Mientras estuvo allí la aprovecho y ahora lo deja con ella para aprovecharme a mi, no?, ese parecía ser su plan. Yo, para que no siguiera construyendo castillos en el aire, le conté con la mayor sutileza de la que fui capaz (y mira que me costó) que estaba saliendo con aquel chico al que él tanto había odiado, aquel, al que cuando coincidía en el mismo bar que nosotros, mi "querido capricornio" intentaba por todos los medios que yo no viera, aunque sin saberlo él, yo no soy tan tonta y me daba cuenta o lo veía yo primero.
La noticia no le sentó nada bien y de repente de entraron unas prisas parecidas a mis nauseas de hacía unos meses.
A los dos días me llamé de nuevo, ahí con un par, para advertirme de una cosa horrible que mi novio me estaba haciendo. Por lo visto, él había indagado, preguntado, averiguado que mi novio que por supuesto no es capricornio, estaba conmigo y a la vez con su ex. A mi me dieron ganas de reirme en su cara. Además me dijo con voz muy seria: Neil, yo te quiero mucho, para mi eres muy importante y me encantaría que rehacieras tu vida con cualquier persona que te gustara pero no con él que te engaña con su ex novia.
Yo, haciendo alarde de educación, tranquilidad y buenos modos, le agradecí su preocupación, le informé de que eso era imposible, más que nada porque mi novio pasaba conmigo casi 18 horas al día, las restantes las usaba para dormir, y no eran muchas; pero también le dije irónicamente (aunque no se dio cuenta de mi ironía) que cualquier cosa que le contaran o que él averiguara, no dudara en hacérmelo llegar.
¡Madre mía, que estupor!, como puede alguien inventarse historias ridículas de una persona a la que no ve y pretender con ello volver a tener lo que se encargó de perder.
A los meses de este episodio patético en su biografía llegó otro peor, y con este termino mi larga historia. Me llama un día, a finales de septiembre, para ver qué tal estaba. Yo no sé en qué momento ni porqué él empezo a llorar, tan cual, a llorar desconsoladamente. Tanto lloró que hasta a mí se me salieron las lágrimas sin saber porqué lo hacía. Una vez calmado me explicó que lo estaba pasando mal, que me echaba de menos y que me había perdido para siempre. Qué él siempre me había querido (¡lo sabía!) pero que quería vengarse de mí por cosas que yo le había hecho durante la relación. Y que se había inventado, en un ataque de celos, que mi novio estaba con su ex y conmigo a la vez.
Lloraba, lloraba y lloraba, me daban ganas de llamarle "imbecil" pero como por primera vez en mucho tiempo había sido sincero, no quería estropearle el momento de confesión.
Le dije que sentía mucho que su vengaza hubiera sido tan cruel y tan larga como para que yo me olvidara de él y empezara otra historia pero que, mi situación actual, no la cambiaba.
Y así terminó esta historia, que tuvo momentos buenos (al principio) pero que acabó como el rosario de la aurora.
A veces me daba la sensación de que tenía una mente muy retorcida, no sé, asi como la de nosotras, y que en un propio orgullo se hundió en la mierda.
No digo que todos los capricornios sean así, pero este con sus rarezas (sé que me repito) terminó por desquiciarse y casi nos desquicia a nosotras, osea a la aburrida y a mí. Lo único que le deseo es que cambie su manera de ver las relaciones y el mundo porque sino, mi historia sólo será una de tantas en su haber.
Si descubren algún capricornio parecido, salgan corriendo.
Neil

9 Dí lo que quieras:

isokr@tes dijo...

Creo que todos somos un poco capricornio jejeje yo que soy Aries me he visto muy reflejado en la forma de actuar tan patetica de tu capricornio... "por falso..." cuelan de verdad esas chorradas con las tías, en plan... me aburro con mi novia,te he echado de menos y tengo la cabeza hecha un lío? te lo pregunto porque yo tambien he dicho cosas por el estilo (muy de cosmopolitan) y segun las pronunciaba me parecía ya increibles...

Neil dijo...

Hombre Raúl, colar colar, pues mira depende de cómo te lo digan, cuándo y con qué edad lo oigas. Ahora me lo dicen y puedo reirme en la carita del lector de cosmopolitan.
todos somos un poco capricornio y un poco todos los signos pero "mi capricornio" es lo más rarito que me cruzado en mi vida amorosa.
Me alegro de que seas aries, es mi ascendente y tengo muuuuuuuuuuucho de aries en mi carácter.
Un saludo y gracias por leerme

Anónimo dijo...

¿Catarsis?

;)

Unknown dijo...

Pues ese capricornio sería raro, normalmente los capricornios somo frios y distantes y jamás llamamos a alguien, puedes estar segura que ese capricornio te queria porque no hay nadie mas indiferente y frio en todo el zodiaco que este signo. Yo a veces soy "muy cruel" con mi novia y la gusta que tenga este carácter. Tu capri sería raro pero no encontraras otro signo que irradie seguridad y confianza como ese. Saludos

Anónimo dijo...

Me he sentido completamente identificada con tu relato.
Estuve (estoy, intentando cortar) pasando por una experiencia similar.
El tio juega a dos puntas. Cuando tiene problemas con la novia, viene a querer refugiarse en mi y cuando no, se borra.
Si se entera que he conocido a alguien, se mete en medio a molestar, cumpliendo con ese dicho del perro del hortelano "que no come ni deja comer" ... y entonces todo se pudre, hasta la comida y el perro.
Si tuviera que definir la cuestión te diria que es de mucha comodidad por parte de ellos eso de aparecer y esfumarse por mera conveniencia y en función de sus instintos hormonales primarios (porque apelando a otro viejo refrán ... "cuando la sangre está en su cerebro de allá abajo, no llega al verdadero cerebro, dentro del cráneo ..."
Una sugerencia a todas, porque no llega a ser consejo, por vuestra supervivencia emocional, psíquica y física, a huir de las manipulaciones de esos tipos que solamente buscan concretar lo que desean, en el momento que quieren y darle la duración que se les antoja solamente "por no aburrirse".
A valorarnos un poco más, a exigir que se nos respete como personas y no se nos trate como felpudos en las entradas de las casas ... porque no lo somos y porque ningún pie merece pisarnos, menos que menos el de estos tipos.
Gracias por compartir tu experiencia.
Saludos,

Alejandra
Rca. Argentina

Neil dijo...

Alejandra...gracias a ti por leer el blog.
Mucho ánimo, el tiempo como siempre es el aliado.

Anónimo dijo...

hay querida, parece que estas describiendo mi historia.. la verdad que si son muy vengativos y encima COBARDES!!!..son unos estrategas extraordinarios pero no saben qu elas mujeres somos mas astutas al final de la jornada y mas sinceras.. me rei cuando lei que salga corriendo.. y eso voy a hacer salir corriendo.. jajaja muy buen relato y gracias por compartir la experiencia..!!jajaj besos carolina

Anónimo dijo...

hay querida, parece que estas describiendo mi historia.. la verdad que si son muy vengativos y encima COBARDES!!!..son unos estrategas extraordinarios pero no saben qu elas mujeres somos mas astutas al final de la jornada y mas sinceras.. me rei cuando lei que salga corriendo.. y eso voy a hacer salir corriendo.. jajaja muy buen relato y gracias por compartir la experiencia..!!jajaj besos carolina

Anónimo dijo...

Hola Neil:
Precioso tu blog, de verdad, llegué a el por casualidad por una pregunta de un capricornio y me apareció este relato, mira tu casualidad de la vida que tengo la misma situación que tu. El con una novia aburridisima a la que no quiere, y a mi si, le dejé, y aun asi no me deja en paz, siempre con manipulaciones emocionales, humillarme, porque no tiene lo que quiere, y en el fondo te dan hasta pena cuando vuelven tan tiernos y cariñosos.
A veces me pregunto si alguna vez saben lo que es amar a alguien y si se ponen en el lugar del otro.
Yo lo amé mucho, le di todo lo que tenia y eligio quedarse con la aburridisima.
un saludo y gracias por tu relato.