viernes, 17 de agosto de 2007

Letargo

Me regalaste un día una sonrisa que luego se convirtió en un mundo, ¿a cuántos nos ha pasado eso alguna vez o más de una?
Esta noche he decidido escribirte, sobretodo para recordarme que la magia sigue por algún sitio. A veces con las prisas y los holas y adiós simultáneos no la vemos, la dejamos escapar como el agua entre las manos. La vida corre deprisa y entre esquina y esquina la vamos perdiendo.
Quiero parar el tiempo vivir este momento durante más de 24 horas, bueno, mejor recuperar momentos pasados y revivirlos un poco más para saborearlos mejor. Ellos me ayudan a despertar de este letargo.
Yo necesito mis propias palabras, necesito ponerlas por bandera y dar un paso hacía delante.
En esta noche fresca de verano, el universo se concentra en mi habitación, flashes de mi vida revolotean en mi cabeza y nada me deja pensar. Ahora todo gira a mí alrededor, me limito a mirar. Mirar encuentros y desencuentros, sonrisas y enfados, idas y venidas de quienes irremediablemente volverán a encontrarse, coches, atasco, suspiros y más suspiros mientras miro al mar, que es el único que parece escuchar los pensamientos.
Calles y calles, en eso se concentra a veces el día, en caminar una tras otra. Sumida en todo aquello que no tienes tiempo de pensar en otro momento.
¿Cuántas veces salí corriendo del piso sólo para pensar, para ordenar mis caóticos pensamientos, esos que la mayoría de las veces no me llevan a ningún sitio?
Vuelvo a caminar en círculos pero cogí la película empezada y aún no entiendo bien a que juega mi cabeza. Muchas horas siguiéndole el juego tonto a esta caprichosa.
Pero de los letargos también se disfruta, son puntos de inflexión, quizá coja carrerilla a partir de éste.
Sólo quizás…

5 Dí lo que quieras:

Anónimo dijo...

los letargos son siempre puntos de introspección mal entendidos y sobre todo mal sancionados en esta sociedad de la velocidad.
Me encanta como escribes.
un beso
mari.

Anónimo dijo...

Yo también paso por un momento de inflexión, te leo y me leo en cierto sentido...
Gracias por comentarme en mi blog, espero otro día estar más inspirada.
Besos

Anónimo dijo...

muy de acuerdo... la vida corre muy deprisa... y hay que vivirla
Un beso

Anónimo dijo...

Muy bien expresado. A veces hay que pararse y mirar atrás para saber que es lo que realmente te mueve en la vida.

Anónimo dijo...

Después de la risa que me echado con el texto anterior...alucino con el giro que ha dado el blog. Qué bonito lo que has escrito.