martes, 14 de agosto de 2007

"La Traída del agua"

Como todos los años, un día como ayer celebramos “La traída del agua”. Es una fiesta singular donde las haya, teniendo en cuenta el problemón que tenemos aquí con la escasez de agua, nos dedicamos a tirárnosla los unos a los otros por mera diversión.

Nos levantamos muy temprano, tengo amigas así de marchosas . A las 9:30 de la a.m. ya estábamos allí. Desde que me bajé del coche y uno, con una super mega pistola de agua de última generación me empapó la camisa de un solo disparo, me di cuenta que sería un día de esos en los que todos te dan por culo y tú con la mierda de artefacto que te ha comprado el marinerito no les vas a mojar ni una uña.

Y así fue, algunos hasta se dejaban mojar por mí, total, necesitaría horas para mojarles aunque fuera la camiseta y ese trabajo era demasiado agotador.

La gente se toma el oficio muy en serio, no se cuántos cigarros me apagaron a traición y cuántos mordiscos mojados di al bocadillo. Pero bueno quién no goce de humor que no vaya a la fiesta.

Con nosotros llevamos a un cabo verdiano que ha venido a trabajar unos días con el marinerito. Llegó el jueves pasado, modosito, serio, siempre correcto; pero claro “La traída del agua” fue otro cantar. El hombre ya venía contento en el coche pensando que con la mierda de pistola que le había comprado el marinerito, sería el terror de las nenas. No fue así, porque como ya he dicho con esas pistolas no asustábamos ni a las hormigas pero después de 6 ó 7 cubatas y tanta mujer con la camiseta mojada; nuestro caboverdiano empezó a perder el norte, y a las 3 de la tarde sólo veía carne femenina a su alrededor y salía detrás como un perrito faldero.
Yo le decía:
- ¿Quieres comer ya el bocadillo?
- Si es de almeja si
- Tú eres un poco guarro ¿no?

Nada el chaval sólo quería almeja fresca para comer y de eso yo no tenía de sobra.
Al rato, después de no sé cuántos cubatas, ya pedía la almeja a gritos y yo no podía hacer otra cosa que maravillarme con su dominio del castellano.

No hacíamos otra cosa que vigilarlo y mojarlo continuamente para que se nos refrescara. Le intentaba meter mano a mis amigas, le dijo una grosería a una chica con su novio al lado y recibió un manotazo de un tio en sus partes bajas, no supe el motivo ni lo pregunté. Pero él seguía gritando almeja y pidiendo ron. A veces decía: nejejito ron (pronunciado con /r/ débil). No le hacíamos caso pero él solito llegaba a la barra y se lo pedía.

A las 6:30 de la tarde lo sacamos el bar arrastrando, de camino al coche seguía intentando meter mano a las amigas que quedaban, ellas las pobres ya no tenía fuerzas ni para protestarle. A una subiendo una escalera le mordió en el culo. Yo miré al marinerito indignada preguntándome en qué mala hora quise yo que él se enriqueciera culturalmente conociendo fiestas tradicionales canarias.

Una vez en el coche, volvimos a encontrarnos a nuestros vecinos de aparcamiento, sí esos que me mojaron tantas veces por la mañana cuando aún hacía frío, y que me hicieron tirar tantos cigarros recién encendidos. A mí que me gusta servir la venganza en plato frío y viendo que se acababan de cambiar de ropa, cogí una botella llena del coche y se las vacié encima. Se fueron fresquitos para su casa.
El cabo verdiano dormía a pierna suelta en el coche mientras nos cambiábamos de ropa y yo comía para conducir el coche del marinerito ya que él, para no variar, estaba bastante perjudicado con tanta alegría y desenfreno de alcohol.
Aquel hombre parecía un oso, nos costó mucho despertarlo, nos decía que no se levantaba, ¡qué no coño! Me gritaba. Pero si pensaba él que a mala leche me iba a ganar lo tenía clarito. Cuatro gritos le metí y se quedó sentadito y pudimos dejarlo en el hostal donde se hospeda. Cuando nos íbamos el recepcionista nos pregunta:
- Pero qué le han hecho a éste pobre? Si no podía ni subir las escaleras…

Para que luego me digan a mí, que los de Cabo Verde beben muchísimo y toleran muy bien el alcohol.

5 Dí lo que quieras:

Anónimo dijo...

Menuda joyita, buff. Yo que tú se lo azuzaba a Maruca, jajaja.


Lo de "nejejito ron" me ha matao, que lo he tenido que leer tres veces hasta pillarlo, jajaja, buenísimo... Y el muerdo en el culo, antológico XDDD

Neil dijo...

Si si tú riete, ya le he puesto apodo "el impresentable". hoy me di cuenta que no se acuerda de nada, mejor para él, así no se muere de la vergüenza. hoy estaba otra vez modosito y serio. Ayss que poder tiene el ron telde y las camisetas mojadas.

Anónimo dijo...

lo que no entiendo es como no le dieron una paliza, no solo el iria bebido sino el resto.
Es una fiesta divertida jejejeje el año que viene no me la pierdo.
Un beso

Neil dijo...

Gansu eso también nos lo preguntamos todos, digamos que la gente del bar era majisima porque otra explicación no tiene.
besitos

Anónimo dijo...

Qué panzón de reir, por DIos!!!
Eso sí, puntualicemos algo:
- Las nueve y media ( o antes para poder llegar) no es madrugar. Madrugar es levantarse a las seis de la mañana, jajajaja.
- CUando hay fiesta de agua...no se fuma!!!
- Los artefactos para matar no se le encargan a nadie, eso que te quede claro para el año que viene.

Jajajajajajajaj. Yo quiero ir a esa fiesta tambien, joooooooo. Y el año que viene invitais de nuevo al cabo, que me voy a reir un rato.
Besos